La aerotermia se refuerza con suelo radiante, compuesto por un panel aislante térmico “que permite minimizar las pérdidas caloríficas descendentes”, detallan desde la compañía.
Tres quioscos gastronómicos de Zaragoza han instalado tecnología de aerotermia para ahorrar energía y reducir gastos. En concreto, se trata de los establecimientos abiertos recientemente por el Grupo Verbena Social: Camerino Bungalobar (plaza de los Sitios); Vodevil Bungalobar (avenida de la Ilustración); y Cartelera Bungalobar (paseo de Sagasta).
De este sistema de aerotermia, de la empresa japonesa Hitachi, destacan su principio termodinámico y su “gran adaptabilidad”, ya que ofrece calefacción, refrigeración y/o agua caliente sanitaria (ACS), todo en uno. Y lo hace a través de suelo radiante o fancoils.
¿Cómo funciona este sistema de aerotermia?
“El modo de calefacción funciona hasta a -25 grados a la vez que calienta el agua hasta los 60 grados. En el caso de la refrigeración, hasta los 46 grados en el exterior. La versión con depósito permite cubrir las necesidades de ACS de cinco personas”, expresan desde el grupo.
Por otro lado, aseveran que este sistema de climatización ofrece un COP de hasta 5,25 en calefacción y 3,2 en ACS. Asimismo, otorga la etiqueta energética A++ o A+++, con certificado HP Keymark.
“La aerotermia se refuerza gracias al suelo radiante, compuesto por un panel aislante térmico que permite minimizar las pérdidas caloríficas descendentes. Incluso es mejor para la salud porque, al no generar convección, se minimiza la propagación de polvo y ácaros, favoreciendo las condiciones de salubridad de aire óptimas para los clientes”, argumentan.
Reducción de costes y emisiones de CO2
Cabe destacar la reducción de costes y de emisiones de CO2 de la instalación. Así, en cuanto a comparación de gasto, desde la compañía indican que, en un espacio medio de 98 metros cuadrados, este sistema de aerotermia supone unos 3.540 euros al año. “Esto está muy por debajo de los más de 7.080 euros de la biomasa o el propano; los casi 14.000 del gas o el gasoil; y los 17.700 euros de la electricidad. Un 80 % menos que en este último caso”.
Y finalizan: “También es beneficioso pensando en el medioambiente, puesto que se estiman unas emisiones de CO2 de 5.920 kilogramos/año. Por encima se sitúan la caldera de gas convencional, el propano y la electricidad. Solo está por debajo la biomasa”.