La edición más “made in Europe” de la feria de la cerámica, que se celebra durante toda esta semana en Valencia, está recibiendo valoraciones diferentes por parte de los expositores.
La feria de la cerámica Cevisama llega al ecuador de su edición de 2025. Con su sector del azulejo en buena situación –los datos de ASCER que se han expuesto en la propia feria son de una cifra de negocio de 4.800 millones de euros en 2024, con un crecimiento del 1,3 %–, el evento saca pecho de asistentes, expositores y representación institucional: más de 50.000 metros cuadrados de superficie expositiva, 400 expositores, de los cuales el 96 % son de origen europeo, y la asistencia del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y la consellera de Innovación, Industria y Comercio, Marian Cano.
La edición más “made in Europe” de Cevisama está recibiendo valoraciones diferentes por parte de los expositores. Así como la mayoría están satisfechos con esta decisión, algunas voces apuntan a que eliminar el “producto asiático” hace perder envergadura y asistentes a la feria. En general, los expositores hablar de asistencia desigual, con mucha presencia aglutinada durante las primeras horas de apertura pero que se va desinflando a lo largo del día.
Cinco días de Cevisama 2025
No obstante, la mayoría de los expositores consideran que cinco días de feria es una duración adecuada. Al tratarse de stands con un montaje complejo desde el punto de vista del diseño y de los materiales, consideran que merece la pena el esfuerzo para casi una semana de visibilidad.
La ausencia de los grandes y las actividades “paralelas” en Castellón está también en las conversaciones, aunque las impresiones sobre ello difieren mucho: desde quienes hablan directamente de “contraprogramación” hasta quienes lo consideran interesante para que el visitante pueda optar a una mayor cantidad de oferta durante los días de feria.
Y en lo que todos coinciden es en una cosa: en Cevisama “hay que estar”.