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REPORTAJE

La distribución en las islas convive bajo la amenaza constante del coste extra

Por Covadonga Del NeroResponsable de contenidos del área de Climatización y Confort
Para el distribuidor profesional que opera desde los archipiélagos españoles, los principales retos que enfrenta pasan, principalmente, por todo lo relacionado con la logística.

La vida en las islas Canarias y Baleares tiene una realidad incuestionable: bañadas por los cuatro costados, las increíbles vistas al mar conviven con el desafío del coste adicional. Para el distribuidor profesional que opera desde los archipiélagos españoles, los principales retos que enfrenta pasan, principalmente, por todo lo relacionado con la logística. A más esfuerzos logísticos para llegar a todos sus clientes en tiempo y forma, mayores costes. Un quebradero de cabeza para la distribución insular, que busca en la planificación y la previsión el remedio a los costes adicionales, una amenaza constante para el negocio.

“Al operar en una isla, el transporte marítimo y aéreo es imprescindible, lo que incrementa los costes y añade incertidumbre en los tiempos de entrega“, explica Guillermo García Moliz, director general de Bongrup. En esta línea, esos costes adicionales son asumidos “principalmente en transporte, almacenamiento, infraestructura, centros logísticos y equipo”. El director general de la distribuidora balear indica que “el transporte hacia las islas y entre ellas es más caro que en el territorio peninsular”.

En este punto, a unos 2.000 kilómetros de distancia, en el océano Atlántico, Manuel Méndez López, director general de Grupo Siscocan, lidia con esos costes adicionales como algo “inevitable” a la vida en las Islas Canarias. “Si compramos más para garantizar la disponibilidad del producto, debemos apalancar más capital, lo que incrementa el valor del inventario”. Y ese mayor inventario requiere “más superficie de almacenamiento y, en naves más grandes, más personal”. “Todo esto se traduce en mayores costes y una mayor inversión“, concluye.

Previsión de la demanda, clave en las islas

La dependencia de proveedores externos “limita la flexibilidad” de los distribuidores y les exige una planificación “mucho más precisa”. Todo ello supone inversiones muy grandes en inventario y unas infraestructuras de camiones y centros repartidos por todas las islas para “garantizar la cercanía y rápida respuesta a nuestro cliente profesional“, en palabras de García Moliz.

La previsión de la demanda es el gran reto que destacan desde Grupo Siscocan. “A diferencia de la península, el dato importante es el stock del proveedor y su capacidad para poner a disposición del transportista el pedido, en nuestro caso, debemos organizar los plazos de preembarque, embarque, navegación, despacho aduanero a su llegada a puerto y el traslado hasta nuestras instalaciones”, detalla el director general del grupo canario. “Debemos calcular un stock de seguridad mínimo equivalente a 25 días de venta“, sostiene.

Lo más importante en las islas, sostienen ambos distribuidores, es garantizar la disponibilidad de ese producto para la venta. Para ello, Manuel Méndez López cree que la solución pasa por “mantener una coordinación eficaz entre los departamentos de compras, logística y almacén”.

Por su parte, Guillermo García Moliz vive un día a día “centrado en la previsión logística”, con el objetivo de evitar roturas de stock, revisando las rutas de distribución y coordinando los equipos. “Se presta especial atención a la relación con los proveedores para garantizar plazos”.

Gestión del sobredimensionamiento del stock

Con esta situación, a las compañías distribuidoras que trabajan desde las islas no les queda otra que mantener un nivel de inventario significativamente mayor al necesario para satisfacer la demanda prevista. Este es el conocido sobredimensionamiento del stock, una situación que, desde Bongrup, gestionan mediante “un análisis constante de las demandas del mercado y la estacionalidad“. Para ello, la empresa cuenta con un centro logístico en Son Castelló, que permite almacenar mayores volúmenes de productos estratégicos.

Asimismo, realizan pedidos a proveedores clave con “suficiente antelación”, además de mantener acuerdos que “nos aseguran un suministro constante, incluso en situaciones de alta demanda”.

Mientras, Grupo Siscocan cuenta con un software especializado para calcular los niveles de stock necesarios, siempre con la intervención de una persona para supervisar el pedido. “Nuestro sector experimenta muchos picos de venta debido a proyectos específicos, como obras, que cuentan con plazos determinados y distorsionan los datos estadísticos”, indica Manuel Méndez López. De la misma manera, optimizan el transporte, ya que, en ocasiones, el proveedor puede requerir un pedido mínimo para asumir los costes del envío. “La repercusión del transporte puede ser alta, dependiendo del producto”.

Plantillas más amplias

Una de las consecuencias directas de trabajar con volúmenes de inventario mayores para poder satisfacer la demanda es la de ampliar los equipos de trabajo para poder dar respuesta a esa mayor cantidad de producto. De esta manera, la plantilla de Siscocan, que cuenta con cinco delegaciones distribuidas en Canarias y un punto de suministro y venta en Mauritania, alcanza los 150 empleados. Mientras, Bongrup supera los doscientos trabajadores, repartidos en sus trece puntos de venta ubicados entre Mallorca e Ibiza.

Son cifras difíciles de asimilar, teniendo en cuenta la dificultad de la distribución profesional para encontrar profesionales cualificados para cubrir sus vacantes. Por ello, la escasez de profesionales ha llevado a la compañía canaria a contratar personal que no proviene del sector, especialmente para los departamentos de logística y almacén. “Los contratamos buscando perfiles específicos y los formamos internamente“, explica el director general de Grupo Siscocan. Para ello, cuentan con planes de formación y evaluación consolidados. Los jóvenes no son un desafío aislado en el archipiélago. “Nos resulta muy difícil atraer a jóvenes motivados, el auge del turismo en las islas ha hecho que otros sectores resulten más atractivos”, lamenta .

“Encontrar personal cualificado es un reto; por ello, apostamos por la formación interna, el desarrollo de carrera profesional en Bongrup y la captación de talento local“, sostiene el director general del distribuidor balear. Los perfiles son variados: “Buscamos personas dinámicas, con experiencia en el sector y dispuestas a formarse en las últimas tecnologías y productos”.

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