Varios expertos debatieron sobre la importancia de la CAI en el interior de los edificios, y su necesaria regulación (ya contemplada, en nuestro país, en la segunda revisión del RITE). "Debe introducirse la obligatoriedad de monitorizarla y etiquetarla", señalaban.
La semana pasada, se celebraba en C&R 2021 una jornada técnica protagonizada por la calidad del aire interior (CAI). En ella, varios expertos analizaban cómo ésta, cuyos beneficios parece haber visibilizado la pandemia, ha venido para quedarse más allá de la época COVID-19.
Entre los mensajes más repetidos a lo largo del encuentro, y además de que la CAI es esencial en la salud, no solo de los edificios, sino de sus ocupantes, está la necesidad de una normativa: “Se está planteando una ley estatal que recoja todos los aspectos de la calidad del aire interior”, anunciaba Francisco Vargas, médico epidemiólogo y consejero técnico de la Subdirección General de Sanidad Ambiental y Salud Laboral del Ministerio de Sanidad.
CAI: ¡se debe regular!
“La situación de la CAI en Europa -explicaba Raúl Corredera, presidente de Eurovent, no se debe a un problema tecnológico, sino a un problema de regualción: actualmente no es de obligado cumplimiento garantizar un mínimo de CAI en edificios ocupados”.
Corredera abogaba por una regulación “unificada” como ocurre con el agua potable y señalaba que “estos requisitos debemos llevarlos, no solo a obra nueva, sino también a edificación”. “Será muy importante -añadía- tratar de incluir estos requisitos en la EPBD (Directiva de Eficiencia Energética de Edificios), cuya primera revisión se publicará este mes de diciembre”.
Por su parte, Paulino Pastor, presidente de Fedecai, ha matizado que “en el caso español, la CAI ya se ha icorporado en la segunda revisión del RITE”. “Hay que cambiar el enfoque -aseguraba-, ya que durante muchos años, la CAI en edificios solo se ha abordado desde una perspectiva correctiva”.
Los expertos en CAI demandan un sistema de etiquetado, como hay para medir la eficiencia energética de los edificios, pero aplicado a la CAI.
Asimismo, la mayoría de los expertos señalaron que, además de esta regulación, será importante incorporar un sistema de monitorización y un etiquetado: “Debe introducirse en Europa una obligatoriedad de monitorizado y etiquetado”, expresaba Corredera.
“Que el usuario pueda distinguir de forma clara qué diferencia una CAI buena de una mala, por ejemplo, a través de un etiquetado específico, es muy importante para que éste conozca la suya y pueda ir demandando soluciones tecnológicas que la mejoren”.
Más conclusiones sobre este mercado creciente
Asimismo, y con respecto a un mercado que cada vez tiene más demanda, este jornada también puso sobre la mesa otras conclusiones:
- El elemento que ahora mismo mejora más la CAI en un edificio es la ventilación.
- El 55% del parque edificado en España es anterior a 1980 y 5,7 millones de viviendas han sido ejecutadas con poca o ninguna referencia en términos de calidad del aire.
- La contaminación cuesta a Europa 1,4 billones de euros en muertes y enfermedades, y los costes de la mala calidad del aire equivalen al 10% del PIB de la región.
- Además de la mejora de la CAI, también es vital el mantenimiento: la participación de usuarios y profesionales de mantenimiento en la mejora de las instalaciones.