Las enmiendas aprobadas en Europa obligan a la cadena de frío a someterse a un cambio de estrategia en torno a las soluciones de refrigeración. Este medio ha charlado con AEFYT para conocer cuáles son las consecuencias para las empresas instaladoras.
El Parlamento Europeo acaba de aprobar las enmiendas sobre la propuesta del Reglamento F-Gas, con 426 votos a favor, 109 en contra y 52 abstenciones. Estas modificaciones obligan a la cadena de frío a someterse a un cambio de estrategia en torno a las soluciones de las instalaciones de refrigeración a corto plazo.
Una vez se realice la publicación oficial de la aprobación de las enmiendas, los próximos pasos serán las negociaciones con el Consejo Europeo para adoptar una posición conjunta definitiva, a la que seguirán los trílogos.
El acuerdo final sobre el Reglamento F-Gas podría llegar después del verano. Su entrada en vigor se producirá a los veinte días de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea y será aplicable a partir del 1 de enero del año siguiente, con lo cual se estima que sea a partir de enero de 2024.
Reglamento F-Gas: consecuencias para los instaladores
La aprobación de estas enmiendas introduce una serie de modificaciones que afectan a las empresas instaladoras, tal y como publicó este medio en el día de ayer. Este medio ha charlado con AEFYT para conocer cuáles son las consecuencias para los profesionales del sector.
La presidenta de la asociación, Susana Rodríguez considera que “la primera consecuencia es la envoltura del sector en una incertidumbre máxima, pues la falta de información de muchos de los actores que componemos la cadena de valor hace todo muy complicado”.
No obstante, destaca que “los fabricantes y almacenistas de componentes están preparados, ya que desde el año 2014 sus departamentos técnicos de innovación y desarrollo, y sus líneas de fabricación han trabajado al 75 % en nuevas tecnologías para poder tener soluciones disponibles en el mercado y dar respuesta a estas exigencias”.
Por su parte, “los usuarios de las instalaciones se enfrentan a inversiones no planificadas en sus planes estratégicos, que ahora deben restablecer con este escenario, teniendo que asumir una planificación seguida de un desembolso que va directamente a incrementar el gasto en su cuenta de explotación”, asegura Rodríguez.
La regeneración de los gases, una posible solución
Tal y como aseguran desde AEFYT, la regeneración de los gases “puede ser una solución para el mantenimiento de las instalaciones existentes hasta que el parque de instalaciones pueda ser transformado”.
Aunque para ello, “es importante focalizar el retrofit de las instalaciones a gases con menor PCA (por debajo de 800) para poder alargar la vida y regenerar el saliente”.
“La velocidad del tren la marca el último vagón, que en este caso son las empresas instaladoras”, subraya la propia Rodríguez.
Actualmente, “el instalador se enfrenta a nuevas tecnologías en la que no todo su capital humano está preparado, a la falta de profesionales en el sector, a la obligación de acreditarse, pero no olvidemos la gran capacidad de resiliencia y adaptabilidad que nos caracteriza”, señala la presidenta de AEFYT.
Por eso, “se deben de acompasar las velocidades de todos los agentes que componemos el sector, transferencia desde conocimiento desde el fabricante al instalador, acompañamiento y planificación y por supuesto un alineamiento, sin fisuras y precedentes desde la Administración”, finaliza.
