La operación ha dado como resultado siete registros y la detención de dos personas por el tráfico ilegal de gases refrigerantes cuyo valor superaba los 30.000 euros.
La autoridades moldavas, con el apoyo de la Misión de Asistencia Fronteriza de la Unión Europea a Moldavia y Ucrania (EUBAM) y la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF), han llevado a cabo una operación coordinada contra una importante red de contrabando de freón, que ha dado como resultado siete registros y la detención de dos personas por el tráfico ilegal de gases refrigerantes cuyo valor superaba los 30.000 euros.
Bajo la dirección de la Fiscalía de Lucha contra el Crimen Organizado y Casos Especiales (PCCOCS), funcionarios del Servicio de Aduanas de Moldavia realizaron registros en Chisináu y áreas circundantes como parte de una investigación criminal sobre la importación ilegal de tetrafluoroetano (freón).
Los hechos
Según indican fuentes de la investigación, las pesquisas revelaron que un grupo de sospechosos actuó “coordinadamente”, cada uno con “una función claramente definida”, para introducir de contrabando freón en la República de Moldavia bajo la protección de un depósito aduanero. La organización fue descubierta durante inspecciones rutinarias realizadas por los Equipos Móviles del Servicio de Aduanas, quienes, con el apoyo del experto aduanero de la EUBAM, identificaron discrepancias significativas entre las mercancías declaradas y la carga física.
Gracias a la labor de la EUBAM, se expuso la naturaleza transfronteriza de la operación ilícita. Tal y como explican, se descubrió que parte del envío había sido retirada por completo, mientras que el resto había sido sustituido deliberadamente para que coincidiera con el peso declarado. El valor estimado del freón de contrabando supera los 600.000 leu moldavos, lo que son aproximadamente 30.000 euros.
Como resultado de la operación, las fuerzas del orden incautaron dispositivos de almacenamiento electrónico, teléfonos móviles y documentos manuscritos relacionados con el caso. Dos ciudadanos moldavos, de 46 y 62 años, fueron puestos en prisión preventiva durante 30 días por orden judicial.