La patronal alerta sobre la caída de visados durante el pasado año, debido al fracaso de los fondos europeos y exige la existencia de la figura del asesor en rehabilitación energética.
Durante 2024, se reformarán 1,8 millones de viviendas, según las estimaciones de Andimac en su Observatorio 360. Esta cifra supone solo un 1 % más que en 2023. En la misma línea, la patronal alertó sobre la caída de visados durante el pasado año, debido al fracaso de los fondos europeos y exigió la existencia de la figura del asesor en rehabilitación energética. Los datos de su estudio fueron dados, ayer, por Sebastián Molinero y Lorenzo Marazuela, director general de Andimac y responsable del estudio por Arthursen, respectivamente.
La Asociación que representa a la distribución profesional de materiales para la edificación y rehabilitación informó que, esa ligera subida en comparación con 2023 sortea la caída prevista en las compraventas de viviendas de segunda mano y que se debe, precisamente, al envejecimiento del parque inmobiliario de la etapa del boom experimentado en 2008, hace ya más de quince años.
En esta línea, Molinero dio un dato significante: “El 83 % de las viviendas cuentan con una calificación energética F o G“. Lo que supone un “problema” de cara a 2030 -en apenas seis años-, cuando la normativa europea obliga a que el parque edificatorio cuente con calificación D o menor.
Pero también se desprende otro dato preocupante: los visados de rehabilitación caerán un 8,5 % en 2024, lo que supone un descenso similar al de 2023. Se trata de una caída que responde “al fracaso de la canalización y ejecución de los fondos europeos Next Generation EU“, explica Sebastián Molinero.
Actividad | 2023 | PREVISIONES 2024 |
Construcción de vivienda | -1 % | -3,84 % |
Reforma vivienda de segunda mano | -15 % | -3 % |
Reforma vivienda habitual | 2,7 % | 2,30 % |
Así, el ligero avance en el número de viviendas reformadas junto con la disminución de los visados y del gasto medio augura una caída del valor del mercado de los materiales del sector de la reforma y la rehabilitación del 1,5 %, que según Andimac podría mitigarse si se reactiva la actividad de rehabilitación o mejoran las perspectivas macroeconómicas, especialmente en la Unión Europea.
Cambio de modelo de financiación
En lo que respecta al funcionamiento de los fondos, Molinero habla de que están “empantanados en las administraciones públicas”. “Hablamos de un cambio de paradigma de financiación cuando tendríamos que hablar de un cambio de modelo“, urge el director general de Andimac. En sus palabras, los fondos -que están transferidos a las comunidades autónomas- se encuentran “en fase de prueba administrativa”.
Molinero confía en que será en este 2024 cuando comiencen a funcionar. ¿Por qué? Porque las cifras están ahí y hablan de 8 millones de viviendas que cumplirán entre 70 y 80 años a lo largo de esta y la próxima década. Con ellas, envejecen también los materiales de la vivienda.
Ese cambio debe ser estructural. “Debe responder a la necesidad económica, pero también a la necesidad social”. Y, por tanto, desde Andimac lamentaron “la carencia del diseño de un modelo vertebrador”. Es decir, cuando se habla de rehabilitación, se hablan de datos objetivos -como zona climática, antigüedad de la vivienda…- y, en esta línea, Molinero urgió un “sistema nacional” para la concesión de las ayudas, pues “es matemática pura”. Porque, la falta de un mecanismo de preconcesiones “desmotiva a los usuarios y a las comunidades”. En conclusión, “debe haber un sistema más ágil“.
Riesgos de no rehabilitar
Desde la patronal, enumeraron los riesgos de no realizar la rehabilitación energética necesaria:
- Seguridad.
- Incumplimiento de los compromisos.
- Erosión del ahorro de los hogares.
- Desequilibrio financiero.