Con una hoja de aluminio, un material que cualquier persona suele tener en su hogar, el usuario final podría ahorrar en su factura hasta un 37 %. Así lo explica el portal inmobiliario Idealista en uno de sus últimos posts.
¿Sabías que una hoja de aluminio puede ayudar al usuario final a mejorar el rendimiento de sus radiadores? Un truco, especialmente útil, para aquellos bloques de viviendas que cuentan con calefacción central. Así lo acaba de publicar Idealista en uno de sus últimos posts.
En concreto, el portal inmobiliario explica que “con esta técnica, bastante sencilla, se incrementa el calor que desprenden los radiadores y al mismo tiempo se ahorra en el consumo de energía“. Este último punto es de gran importancia si tenemos en cuenta que la eficiencia energética también pasa por la reducción de la demanda de energía.
¿Aluminio para ahorrar en calefacción?
El mencionado truco consiste en colocar una hoja de aluminio detrás de cada radiador de la casa , consiguiendo así que aumente más rápido la temperatura de cada habitación. “Con una hoja de aluminio, un material que cualquier persona suele tener en el hogar, el usuario final podría ahorrar en su factura hasta un 37 %“, señalan.
“Así -amplían- se consigue acelerar el proceso ya que enviamos todo el calor que genera el aparato directamente dentro de la estancia, que se calienta a una velocidad mucho mayor“.
Esto se debe a que, gracias a su capacidad aislante, el aluminio evita que la calefacción que desprende el radiador entre en contacto con la pared fría y se pierda al filtrarse a través de los tabiques.
Eso sí, el portal advierte de que, si se utiliza este truco con una calefacción manual en casa, es importante que no se abuse de él: “Puede que ayude a aumentar la temperatura más fácilmente en las habitaciones gastando menos dinero, pero no por eso debe dejar puesta demasiado tiempo”.
De lo contrario, puede ser perjudicial, no solo para el bolsillo, sino también para la salud. Cuando la calefacción de casa está funcionando durante largas horas, el aire se vuelve más pesado y seco, y la temperatura mucho más alta, esto puede causarnos problemas respiratorios y sequedad en la garganta y la piel”, concluye.
