Según el último estudio anual de FEGiCAT, el sector necesita actualmente 19.500 trabajadores cualificados. Sin embargo, el sistema educativo catalán solo inserta en el mercado laboral 2.159 profesionales formados, lo que deja un déficit de 17.349 trabajadores.
FEGiCAT se ha reunido este viernes con el ministro de Industria y Turismo del Gobierno de España, Jordi Hereu, y con el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, para trasladarles la preocupación sobre la grave falta estructural de personal cualificado en el sector instalador, que amenaza de forma directa el éxito de la transición energética.
La reunión contó con la presencia del presidente de FEGiCAT, Èric Martí, la secretaria, Núria Castro, la tesorera, Ángela Batlle, y el director general, Raúl Rodríguez. El encuentro se prolongó durante cerca de una hora y media y sirvió para poner sobre la mesa datos y propuestas concretas para revertir una situación que ya afecta a toda la cadena de valor.
Un sector que necesita casi 20.000 profesionales
Según el último estudio anual de FEGiCAT, que ha sido elaborado a partir de más de 1.000 respuestas de empresas instaladoras de Cataluña, el sector necesita actualmente 19.500 trabajadores cualificados. Sin embargo, el sistema educativo catalán solo inserta en el mercado laboral 2.159 profesionales formados, lo que deja un déficit de 17.349 trabajadores.
Pero las proyecciones son aún más preocupantes, ya que el déficit alcanzará los 26.847 en 2030, los 48.010 en 2040 y podría superar los 56.000 en 2050.
Un desequilibrio que ya está provocando retrasos crónicos en la prestación de servicios a empresas y ciudadanos, aumento de los costes, e inflación sectorial e intrusismo y economía sumergida, con riesgos evidentes para la seguridad de las instalaciones y de los usuarios.
Un freno a la transición energética
Tal y como advierten desde FEGiCAT, este déficit pone en peligro el cumplimiento de los objetivos marcados tanto por el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) como por la PROENCAT (Programa Energético de Cataluña) y por directivas europeas como la EPBD (Directiva sobre la Eficiencia Energética de los Edificios).
“El futuro energético de nuestro país depende de las manos de las empresas instaladoras. Sin personal cualificado, los objetivos de descarbonización quedarán en papel mojado”, ha asegurado el presidente de FEGICAT, Èric Martí.
Hoja de ruta y llamamiento a la acción
Durante la reunión, FEGICAT presentó una hoja de ruta con medidas inmediatas y a largo plazo, que incluye:
- Diagnóstico estatal y campañas de orientación para atraer a jóvenes y mujeres al sector.
- Ampliación de la FP Dual y de la formación ocupacional y digital, con más recursos y flexibilidad.
- Incorporación formal del sector instalador en los programas de rehabilitación energética.
- Mejora de la colaboración público-privada, con el papel activo de las asociaciones gremiales y las escuelas profesionales.
Además, la federación recordó al ministro que, para impulsar acciones efectivas a escala estatal, es importante contar con la participación de las dos federaciones nacionales del sector: FENIE y CONAIF.
“El tiempo se agota: se necesitan decisiones inmediatas y coordinación entre varios ministerios. Desde FEGiCAT estamos dispuestos a aportar toda nuestra experiencia y conocimiento para revertir esta situación, pero necesitamos un compromiso firme de la Administración”, ha concluido Èric Martí, presidente de la federación.