En un primer momento, gran parte de los medios de comunicación y expertos advirtieron que la rápida propagación del fuego se debía a que la fachada del edificio valenciano estaba recubierta de poliuretano. A la espera de la investigación, parece que el material que recubría el inmueble era lana de roca.
Durante la tarde del pasado jueves, la tragedia se cebó con un complejo de viviendas del barrio de Campanar, en Valencia, donde, en apenas unas horas, el edificio de 138 apartamentos quedó reducido a un esqueleto de vigas y pilares calcinados a causa de un incendio del que aún se desconocen las causas. Al menos, diez personas han fallecido. En un primer momento, expertos y medios de comunicación dieron la voz de alarma: el motivo de la rápida propagación de las llamas habría sido el poliuretano que recubría la fachada.
Apenas unos días después, se desmentía tal información. Parece que, a falta de las conclusiones de la investigación en curso, el material que recubría el bloque de viviendas podría ser la lana de roca. Por ello, tras unos días de confusión, la Asociación de Instaladores de Aislamiento, Aisla, ha querido expresar su rechazo a “los ataques que se han realizado en las últimas horas en todos los medios de comunicación hacia un producto tan presente en nuestras vidas de distintas formas como es el poliuretano“.
La entidad ha agradecido “la rectificación por parte de algunos expertos, entre ellos la vicepresidenta del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia“, así como la información proporcionada por el Libro del Edificio.
Construido en 2008, ahora reconstruido con “falsas acusaciones”
Fue en 2008 cuando se construyó el edificio con una solución de fachada ventilada. “Es importante aclarar que no había aislamiento de poliuretano en la cámara de la fachada ventilada del edificio siniestrado”, reiteran desde Aisla.
Ahora, dieciséis años después y con su derrumbe, la historia del inmueble ha sido reconstruida con “falsas acusaciones difundidas acerca de la presencia de poliuretano en este edificio y su supuesto papel como agente propagador del fuego”.
Pues bien, ¿cuáles podrían ser las causas de la virulencia de la propagación de las llamas? “En nuestra opinión, lo que puede explicarlo es la ausencia de franjas cortafuegos“, explica Álvaro Pimentel, secretario general de Aisla, en La Hora de TVE. Una medida que podría haber ralentizado o impedido la propagación del incendio.
Andimat insta a la prudencia
Por otra parte, la Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes (Andimat) insta a la “prudencia” a la hora de hacer declaraciones en las que se relacionan y mencionan materiales, productos o sistemas utilizados en la construcción de dicho edificio, a la espera de hacerse público un informe oficial que esclarezca las causas del suceso.
La asociación pone un ejemplo: “No hay evidencias de que el poliuretano formara parte de la fachada“. De esta manera, prosiguen desde la asociación, “todo indica que el aislamiento térmico no ha tenido nada que ver con la propagación del fuego por el exterior”.